En apenas 3 días arrancará la Cumbre del Clima de Copenhague, lo que convertirá a la capital danesa en el centro de todas las miradas, al debatirse allí medidas que en mayor o menor medida nos afectarán a todos los habitantes del planeta. Desde hace tiempo, los científicos vienen alertando a los políticos para que tomen cartas en el asunto de la regulación de las emisiones a la atmósfera, una vez que el último Informe del IPCC relacionara de manera clara e inequívoca –con una probabilidad mayor del 90%– el calentamiento global con las actividades de los seres humanos.
A pesar de la enorme cantidad de pruebas que certifican la relación entre nuestras emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera –con el CO2 a la cabeza– y el calentamiento global experimentado desde hace décadas, se siguen oyendo voces críticas que manifiestan su escepticismo sobre esta cuestión, tratando de desacreditar al IPCC y sus proyecciones del clima futuro. Lo cierto es que los dirigentes políticos que se verán las caras a partir de la próxima semana en Copenhague, tienen como principal documento de referencia el último Informe del IPCC, por lo que la última “esperanza” que tienen los escépticos para retrasar el posible acuerdo vinculante entre naciones es el ataque frontal a algunos de los científicos que más han contribuido al citado último Informe del IPCC.
El pirateo y la posterior publicación a través de Internet de centenares de correos electrónicos que en los últimos años se han intercambiado varios de esos científicos, como Phil Jones, Director (hasta que dimitió de su cargo el pasado martes) de la prestigiosa Unidad de Investigación del Clima de la Universidad de East Anglia, en los que “parecen” quererse maquillar determinados resultados científicos para que los datos no desentonen mucho con los esperados según los modelos climáticos, supone un singular precedente en esta guerra abierta entre los defensores a ultranza del calentamiento global antropogénico y los que niegan de forma sistemática cualquier resultado que avale dicha teoría.
El ambiente caldeado por este turbio asunto no parece el más adecuado a falta de pocos días para la cumbre de Copenhague, ya que planearán sobre los mandatarios políticos más dudas de las que ya de por sí ofrece el IPCC con las incertidumbres que plantea. Cambie el clima en los años venideros de una u otra determinada manera, nadie puede negar el acelerado deterioro que está sufriendo nuestro planeta; razón más que suficiente para que nuestros políticos tomen cartas en el asunto y obren en consecuencia. Desde la distancia, contemplo con preocupación el cariz político que está tomando cada vez más el asunto del cambio climático. Confiemos en que al final se imponga el sentido común y la prudencia de los científicos por encima de los intereses económicos y partidistas.
En el informe del IPCC de 2007 establecen un “intervalo de confianza” (IC) del 90% en sus proyecciones a través de modelos matemáticos. El IC expresa los límites que con una cierta seguridad contendrán el verdadero valor predicho (temperatura, por ejemplo). Generalmente los IC se calculan con una seguridad del 95%, y solo se deja una probabilidad de 5% (0.05) de que el verdadero valor no se halle en ese intervalo.
Así que le comento dos o tres cosas:
1- El informe del IPCC no dice que la probabilidad de que sea el CO2 el causante del calentamiento es el 90%, sino que las proyecciones tienen ese intervalo de confianza, con el significado dado antes.
2- Un IC del 90% es BAJO respecto a lo habitual de los modelos estadísticos; por lo tanto, no es una buena proyección.
3- Por otro lado, también hay que decir que todas las proyecciones de temperatura usadas en los informes del IPCC para la primera década de este siglo han fallado estrepitosamente: las temperaturas reales han sido mucho menores de las predichas, y eso que el CO2 ha seguido aumentando. Esto cuestiona la influencia del CO2 en la temperatura, ¿o no?
Creo que antes de opinar sobre algo hay que informarse y realmente siento decir que sus valoraciones sobre estas cuestiones adolecen de errores impropios de un experto en el tema
Saludos.