Cuando todavía queda fresca en nuestra memoria la histórica temporada de huracanes de 2005, en la que nada menos que dos tormentas tropicales –Vince y Delta– pusieron rumbo a nuestro país en vez de seguir una trayectoria más habitual que les dirigiera hacia el área caribeña y el SE de los EEUU, en los últimos días hemos visto cómo se ha formado una tormenta tropical en las cercanías del archipiélago de Azores, surgiendo de nuevo la posibilidad de que pusiera rumbo a la Península Ibérica, algo que finalmente no ocurrirá.
La tormenta tropical Grace –la séptima de una temporada hasta ahora muy tranquila en aguas del Atlántico– finalmente se ha debilitado, perdiendo su condición de sistema tropical y siendo absorbido por un sistema frontal que hoy martes dejará sentir sus efectos en el suroeste de Irlanda.
En la anterior imagen del canal visible de Meteosat, captada ayer lunes a las 11 UTC, puede apreciarse a Grace cuando se situaba al oeste de Galicia, con el característico “ojo” que muestran tanto las tormentas tropicales como sus hermanos mayores, los huracanes. En este caso, los vientos que ha sido capaz de generar alrededor del ojo y la presión alcanzada en su centro no han sido suficientes como para convertirla en un huracán de categoría 1. Su presencia a latitudes tan altas ha jugado en su contra, ya que ha evolucionado sobre unas aguas bastante frías.
El meteorólogo de Weather Undergorund Jeff Masters apuntó el carácter anómalo de Grace, al tratarse de la tormenta tropical situada más al NE del Atlántico, desde que se hacen seguimientos a través del satélite (década de 1960). Por su parte, el portavoz de AEMET, Ángel Rivera, restaba importancia al fenómeno, al certificar tanto los predictores de nuestra Agencia como los del Centro Nacional de Huracanes de EEUU que finalmente no seguiría discurriendo como tormenta tropical. AEMET sólo ha activado un aviso especial para la navegación para la zona marítima Charcot, donde hoy habrá “temporal duro”, con vientos de fuerza 9 a 10.