El pasado martes llamó mi atención una noticia cuyo titular me invitó a pensar que se trataba de una competición aérea. Para mi sorpresa, se trataba de una prueba de rallyes que tiene como principal particularidad el disputarse a elevada altitud, en las Montañas Rocosas, lo que pone a prueba la mecánica de los vehículos y la pericia de los pilotos. Debajo de la fotografía, copio y pego la noticia, firmada por Carmen Arreaza, publicada en la edición digital de El Mundo del 21 de julio de 2009.
“Un año más, los mejores del mundo han alcanzado el cielo en la Pikes Peak Internacional Hill Climb, más conocida como la ‘carrera de las nubes’ por el meteórico ascenso que realizan los pilotos hasta la meta a 4.300 metros de altura. El monte Pike´s Peak se encuentra situado en las montañas rocosas del estado de Colorado. Se trata de una subida de 20 kilómetros con 156 curvas sin guardarraíles. Una primera parte es de asfalto y más adelante, de tierra. Los barrancos a los lados y los desniveles de hasta el 7% hacen de esta prueba algo único.
En una carrera espectacular, se alzó con el podio por segundo año consecutivo en la categoría ‘sin límite’, el piloto de Suzuki, Nobuhiro ‘Monster’ Tajima, al volante de un XL-7 dotado de doble turbo y 3.6 litros.
Sin embargo, el japonés de 59 años, por problemas en la primera parte de la carrera no pudo rebajar el récord que impuso el año pasado en esta misma prueba (10 minutos y 01.41 segundos).
Pero Tajima ya ha prometido volver el próximo año a fulminar la marca que logro el año pasado y la más decepcionante de este año (10 minutos y 15.368 segundos) pero que le sirvió igualmente para proclamarse vencedor en la cima de la Pikes Peak.
El ex campeón del mundo de rallyes, Marcus Gronholm de 41 años, se había propuesto batir el récord de la Pikes Peak y completar los 19.99 km del recorrido en menos de 10 minutos. Para ello, Ford había empleado todos sus esfuerzos en un coche mejorado con un nuevo motor para esta prueba.
El finlandés partía como líder con su Ford Fiesta con tracción a las cuatro ruedas y 800 caballos de potencia, sin embargo un fallo en el turbo a cinco kilómetros hizo que Gronholm tuviera que renunciar a la medalla de oro y conformarse con la de plata. Con un tiempo de 11 minutos y 28.963 segundos, muy lejos de la marca que quería batir, ya ha prometido que volverá el año que viene a las montañas de Colorado a no dar tregua al resto de pilotos.
Cerrando el podio, el británico Mark Rennison que acabó en tercer lugar marcando un tiempo de 12 minutos y 11.561 segundos a lomos de su Ford RS200.
En el capítulo de decepciones, el piloto Andreas Eriksson, que no puedo completar la carrera, con un Ford Fiesta idéntico al de Gronholm. El sueco se salió de la pista, pero tanto él como su copiloto se encuentra en perfecto estado.”
FUENTE: www.elmundo.es