Esta semana, las fuertes lluvias está siendo noticia en nuestro país, y como suele pasar casi todos los septiembres, la intensidad de los chubascos es muy destacada (“Septiembre, o seca las fuentes o arrasa los puentes”), ocasionando no pocos problemas y, lo que es peor, llevándose por delante la vida de varias personas. A pesar de las recomendaciones que de forma reiterada se difunden en los medios, el exceso de confianza hace que siga habiendo personas que cruzan los cauces secos de los ríos en lugares donde está decretada algún tipo de alerta meteorológica, viéndose sorprendidas por las peligrosas riadas que, en un abrir y cerrar de ojos, convierten esos secarrales en furiosos torrentes desbocados que arrasan todo lo que se encuentran a su paso.
A pesar de la relativa frecuencia con la que acontecen este tipo de episodios otoñales, mucha gente sigue sorprendiéndose de la intensidad que puede llegar a alcanzar la lluvia en un momento dado, olvidándose a menudo de los marcados tintes mediterráneos que tiene nuestro clima. En algunos episodios de gota fría (propiciados en la mayoría de los casos por una DANA o embolsamiento de aire frío en altura), se han llegado a acumular cantidades en torno a los 1.000 mm en menos de 48 h en algunos lugares de la Comunidad Valenciana, lo que da idea de la intensidad con la que puede llegar a llover si se dan las condiciones adecuadas.
Por increíble que parezca, esas cantidades son pecata minuta si las comparamos con el record absoluto de precipitación acumulada en un episodio, recientemente homologado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La Comisión de Climatología de la OMM ha evaluado los registros de precipitación extrema que se observaron en Cratère Commerson en la isla de La Reunión, al paso del ciclón tropical Gamede, en el año 2007, incluyéndolo en el archivo de extremos del tiempo y del clima mundial.
En febrero de 2007, Gamede hizo dos acercamientos a la isla de La Reunión, mientras que realizaba una trayectoria algo enrevesada por el Océano Índico. La característica principal de las lluvias de Gamede fue la acumulación masiva de precipitación en el interior de la isla, con varios totales de lluvia de 3-4 días de precipitación que excedían los 2.000 mm (equivalentes a litro por metro cuadrado). Concretamente, se registraron 3.929 mm en 72 h en Cratère Commerson, superando por un amplio margen el anterior récord mundial, de 3.240 mm, medidos en Grand-Ilet en el año 1980. Además, el medidor de lluvia del Cratère Commerson midió un total de la precipitación de 4.869 milímetros durante 4 días, lo que también supone un récord mundial absoluto.
FUENTE: RAM