A falta de un par de semanas para que concluya oficialmente el invierno –lo que no significa necesariamente que nos abandone el tiempo invernal a partir del próximo 20 de marzo–, son muchos los datos que podemos destacar como claros indicadores de la excepcional estación invernal que hemos vivido –y estamos viviendo todavía- por los distintos rincones de la geografía española. Las generosas precipitaciones han sido uno de los principales rasgos, sin olvidarnos de las periódicas visitas de aire muy frío de origen polar, como el que ahora mismo se abate sobre el norte de la Península, lo que ha provocado bastantes nevadas, repartidas por buena parte de España. Madrid capital ha sido uno de los lugares donde la nieve ha hecho acto de aparición hasta 11 veces, si bien fueron algunas menos -6- las que consiguió cuajar en el suelo.
Ayer sábado, un buen amigo y conocido participante del foro de Meteored (www.meteored.com), recordaba que desde 1960 –a falta de que podamos dar oficialmente por concluido el invierno– el de 2009-10 es el 4º invierno más nivoso en la capital de España, empatado prácticamente con el tercero, que fue el de 1964-65, en el que también hubo 11 días en que nevó, cuajando la nieve un día más que en la presente estación. Todavía estamos a tiempo de escalar alguna posición en tan particular ranking, aunque queda algo lejos aún el recordado invierno de 1970-71, que tantos récords de frío y nieve dejó por toda España, en que hubo 13 días de nieve en Madrid, cuajando en 10 ocasiones.
En la memoria de los madrileños quedarán grabadas sobre todo un par de fechas por haber la nieve cubierto con una capa de varios centímetros de espesor las calles y los jardines madrileños, si bien siempre hay diferencias de unos barrios a otros en lo que al espesor de la nieve se refiere. La primera nevada destacada del actual invierno en Madrid ocurrió a primeras horas del pasado 21 de diciembre de 2009, complicando bastante los desplazamientos en coche por las calles durante la hora punta, si bien fue la segunda nevada, la que tuvo una mayor incidencia en la capital. Se trata de la del pasado 10 de enero del presente año, en que la mezcla de nieve y hielo en el suelo complicó muchísimo los desplazamientos en coche, causando un buen número de incidencias.
La nevada se inició a primeras horas de la tarde de ese día, que fue domingo, y nunca la olvidaré, ya que volvía yo en avión desde Alicante, pues ese fin de semana viajé con mis compañeros de la radio a hacer el programa “No es un día cualquiera” desde Caravaca de la Cruz (Murcia). Ha sido hasta la fecha la primera vez que he aterrizado en el aeropuerto de Barajas nevando y con nieve sobre las pistas. Las horas siguientes a nuestro aterrizaje fueron críticas en el aeropuerto, que sin llegar a cerrarse sufrió múltiples incidencias, lo que provocó retrasos de varias horas en muchos vuelos y algunas cancelaciones.