Las predicciones que comenzaban a barajarse a principio de semana, se han ido cumpliendo –lo que pone de manifiesto una vez más la bondad de los modelos numéricos de predicción, a pesar de sus limitaciones-. Ya tenemos a las puertas la excepcional borrasca predicha, que irá cobrando protagonismo en las próximas horas, según vaya profundizándose al acercarse a la Península Ibérica, cuyo extremo noroeste previsiblemente atravesará.
En los medios de comunicación de hoy viernes hemos vuelto a leer/escuchar comentarios diversos sobre una ciclogénesis explosiva, bomba meteorológica, la unión de dos borrascas, la tormenta perfecta o incluso el paso de un huracán. Se trata de una nueva borrasca en un invierno borrascoso por excelencia, pero con unas características que la hacen diferente y más peligrosa que las que nos visitaron con anterioridad. La situación que tenemos a las puertas me recuerda mucho a la que aconteció en el mes de febrero de 1941, en que un borrascón de similares características siguió una trayectoria parecida a la que seguirá Cynthia (nombre con el que los meteorólogos alemanes han bautizado a la borrasca), dejando una estela de destrucción a su paso.
Mucho se ha escrito y se ha podido leer hoy en la prensa sobre la excepcional situación meteorológica que estamos a punto de vivir, por lo que no creo que merezca la pena repetir en esta entrada lo que ya se ha dicho y explicado con anterioridad (fácilmente localizable en Internet). Comentar únicamente que aunque son Galicia y la Cornisa Cantábrica los lugares donde AEMET ha activado este sábado las alertas rojas por alcanzarse allí previsiblemente las rachas más fuertes de viento (de hasta 160 km/h en puntos del litoral cantábrico), no podemos bajar la guardia en muchas otras zonas de la vertiente atlántica e interior peninsular, ya que basta con una mínima desviación de la trayectoria del centro de la borrasca prevista por los modelos (en realidad cada uno de ellos ofrece trayectorias ligeramente distintas), para que la zona afectada por los vientos huracanados alcance una mayor o menor extensión.
A la vista de los anteriores mapas, es fácil deducir que si bien el paso del borrascón será rápido (principal rasgo de las ciclogénesis explosivas), la incidencia del viento será muy alta, lo que inevitablemente causará problemas. Tras llevar toda esta semana pendiente de esta interesante situación sinóptica (interesante por su excepcionalidad, lo que la hace digna de estudio), creo que conviene tomarse muy en serio las recomendaciones que se han empezado a dar, evitando desplazarse por carretera o salir a la calle, salvo que sea estrictamente necesario, entre mañana sábado a primeras horas de la tarde (por el interior peninsular y extremo occidental principalmente) y madrugada y primeras horas de la mañana (Galicia y área cantábrica). Tratemos entre todos de minimizar los efectos devastadores que, sin lugar a dudas, tendrá este fortísimo temporal de viento que pasará a formar parte de la historia meteorológica de España.