Mar embravecida

Una vez más, y van unas cuantas en los últimos años, un fuerte temporal provoca graves destrozos en las costas españolas. En esta ocasión ha sido el Cantábrico el área más afectada por el embate de las olas, alguna de ellas de hasta 21 metros de altura, lo que da idea del excepcional oleaje que ha provocado el paso de la profunda borrasca Becky.

fig-1-oleaje
Después del temporal llega la calma y la hora de hacer balance. Los vientos, que en algunos enclaves del norte de Galicia alcanzaron los 120 km/h, han ido aflojando en las últimas horas y el estado del mar lentamente va volviendo a la normalidad, aunque todavía mantiene un grado de agitación destacable. Aparte de los importantes destrozos que ha provocado el oleaje en no pocas dársenas y paseos marítimos del litoral cantábrico, lo peor de este episodio han sido los dos muertos y la persona desaparecida que ha dejado el temporal a su paso.

La costa norte de Galicia ha sido uno de los enclaves donde la incidencia de las gigantescas olas ha sido mayor. El paseo marítimo de A Coruña literalmente fue comido por el mar, quedando destrozado en gran parte. Fue tal la fuerza del agua que se llegaron a arrancar de cuajo las ventanas de algunos edificios cercanos. Los desperfectos se contaban por centenares a lo largo de la toda la costa norte coruñesa y en la Marina lucense, sin olvidarnos del resto del Cantábrico. En Santander y Bilbao el nivel del mar subió 60 y 56 centímetros respectivamente, lo que supone los niveles más elevados de los últimos 50 años, y ha tenido también su reflejo en la magnitud de los daños ocasionados por dicha subida. De haber coincidido además con la pleamar, el balance hubiera sido mucho peor.

fig-2-fuerza-del-mar
Una de las informaciones que pude leer en la prensa local gallega, señalaba que en Cabo Vilán (Camariñas) alguna de las olas llegó a alcanzar los 21 metros de altura, lo que justifica por mucho márgen la alerta roja que el lunes activó AEMET para todo el litoral norte de Galicia.  Siempre que tiene lugar un temporal en el Cantábrico se dan a conocer los datos de altura de olas y casi siempre nos sorprende un dato que parece fuera de escala, como el de esos 21 metros, que sería equivalente a un edificio de 4 plantas. Lo cierto es que durante este episodio, en aguas abiertas se llegaron a medir 11,6 m de altura significante en la boya de Vilano-Sisargas y 10,7 m en la de Cabo Silleiro, llegándose a los 10 metros en el resto del Cantábrico.

fig-3-paseo-inundado1
Puertos del Estado gestiona una red de boyas de aguas profundas (red exterior) y otra, compuesta de 26 boyas, para la medida del oleaje y la temperatura del agua en zonas próximas a la costa, de poca profundidad. Ese dato de los 11,6 m de la boya situada mar adentro a la altura de Cabo Vilano, registrado durante la madrugada del pasado martes (9-11-2010), es un valor promedio calculado a partir de las olas más altas registradas durante períodos de media hora. Las olas más altas que tienen lugar son entre 1,6 y 1,8 veces la del promedio que registra la boya, de ahí que pueda estimarse que en algún momento de aquella madrugada se formó alguna ola gigante de 21 metros en la zona referida.

Esta entrada fue publicada en General. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>