Recientemente he leído un par de noticias localizadas ambas en los Alpes, vinculadas de alguna manera con la Meteorología y que dan origen a una curiosa paradoja que paso a comentarles.
La primera de las noticias nos lleva al glaciar del Zugspitze, la montaña más alta de Alemania. Dicho glaciar es el último que queda en territorio alemán y su supervivencia, lo mismo que la de otros muchos glaciares alpinos y de otras regiones del mundo, está seriamente amenazada por el creciente impacto del calentamiento global. El glaciar está situado en Baviera, cerca de la localidad de Garmisch-Partenkirchen, casi a 3.000 m de altura, y las autoridades locales han decidido cubrirlo con una inmensa lona de color blanco, de cerca de 6.000 metros cuadrados, con vistas a frenar su acelerada fusión. Lo que se persigue al cubrirlo no es tanto evitar que el hielo absorba más calor del que absorbería si estuviera en contacto con el aire, sino, principalmente, limitar el impacto de la lluvia, cuya frecuencia de aparición a esas cotas ha aumentado en los últimos años.
La noticia breve de “El País” de donde extraje esta información, concluía diciendo que La cobertura de glaciares, que también se ha experimentado en Suiza, es una de las soluciones a la rápida reducción de su volumen. Durante la jornada de ayer (3 de junio de 2009), operarios empezaron a desplegar paneles de plástico, de 30 metros de largo por cinco de ancho y 130 kilogramos de peso cada uno, que deben ser colocados a mano. El glaciar de Zugspitze ha perdido unos 40 metros de profundidad en los últimos 40 años. En un sólo día de calor veraniego el glaciar puede bajar en 10 centímetros.
El sol que ilumina los glaciares situados en las zonas altas de montaña, no es capaz, durante buena parte del otoño y el invierno, de iluminar algunos pueblos situados en el fondo de algunos valles alpinos. Uno de esos pueblos es Rattenberg, situado en el Tirol austriaco, a 40 km de Innsbruck.
Mi buena amiga Conchi Ciurana publicaba hace algunos días en la revista digital RAM (www.meteored.com/ram) una pequeña crónica titulada “Pueblos iluminados con espejos”, del que me permito extraer en esta bitácora algunos extractos:
“En los Alpes italianos y austriacos existen pueblos que no ven la luz del sol en todo el invierno, algunos de ellos incluso están 4 y 5 meses a la sombra. Para solucionar este problema se han instalado desde hace unos años unos grandes espejos en la montaña para reflejar la luz solar en estos pueblos durante los meses sin luz solar. Y no se trata de ninguna broma.”
En Rattenberg la falta de luz ha provocado una fuerte migración, que en tan sólo 5 años alcanzó al 10% de la población. Añade Conchi en su crónica que “gracias al proyecto de una empresa austriaca Bartenbach Litchlabor han podido solucionar el problema aplicando un sistema de tecnología avanzada que consiste en instalar una serie de grandes espejos rotatorios (helioestatos) situados en las montañas del alrededor donde sí toca el sol y reflejar así los rayos directamente a la ciudad. La conjunción de todos los espejos provoca una gran luminosidad en el área que iluminan, ya que estos espejos siguen la dirección del sol en todo momento. Aunque es un sistema muy caro podría paliar este problema que padecen más de 60 pueblos del Tirol y de muchos otros lugares de los Alpes. Este proyecto cuesta unos dos millones de euros y ha sido financiado en un 50% por la Unión Europea.”
No deja se de ser paradójico que, sin abandonar los Alpes, encontremos lugares donde se inviertan esfuerzos por minimizar la acción calentadora del sol sobre el hielo glaciar, y otros, como Rattenberg, donde lo que se hace es reflejar artificialmente la radiación solar incidente para iluminar zonas deprimidas de los valles, frías y oscuras.
Enlace al artículo completo: http://www.meteored.com/ram/5141/pobles-il%e2%80%a2luminats-amb-miralls-pueblos-iluminados-con-espejos/