Huracanes en el Atlántico Sur

Las rarezas y las excepciones a la regla están a la orden del día en el devenir atmosférico. Cualquier manual de Climatología General que se precie dedica al menos uno de sus capítulos a los ciclones tropicales, comentando cuáles son sus principales características y los lugares de la Tierra donde tienen lugar. Es habitual incluir una figura como la siguiente para ilustrar en qué zonas podemos esperar la aparición de una de estas espectaculares espirales nubosas, de efectos devastadores:

distribucion-de-ciclones-tropicales
A la vista de la anterior figura, vemos –como era de esperar– que los ciclones tropicales aparecen sobre el mar en el ámbito tropical (excluyendo la zona inmediatamente próxima al Ecuador), donde las aguas marinas superficiales alcanzan unas mayores temperaturas (del orden de los 30 ºC en el área caribeña durante la parte central del verano y principios del otoño). Dependiendo de las regiones de la Tierra, los ciclones tropicales reciben nombres genéricos distintos: Huracanes (hurricanes, en inglés) en el Atlántico y la parte oriental de la cuenca del Pacífico, tifones (typhoons, en inglés) en la parte occidental del Pacífico y ciclones (cyclones, en inglés) en el océano Índico.

Posiblemente, le haya llamado la atención el hecho de en el Atlántico Sur no aparezca indicada una zona de huracanes. La causa de esto reside en que, a diferencia de lo que ocurre en la zona tropical del Atlántico Norte, en ese mismo océano pero al sur del Ecuador, las aguas están más frías y eso no permite el desarrollo de esas gigantescas estructuras ciclónicas. Esto es lo que hasta hace poco dictaba la teoría climatológica, pero en los últimos tiempos, la aparición de un par de ciclones tropicales por esas aguas obligará a buen seguro a revisar dicha teoría.

El 28 de marzo de 2004 el huracán Caterina (no confundir con el más mediático Katrina) apareció por sorpresa frente a las costas de Brasil. A partir de las observaciones que se efectuaron gracias a los satélites y los datos en tierra se pudo confirmar que se trató de un huracán de categoría 1.

caterina
La cosa podía haber quedado en anécdota y en una de esas rarezas que a veces ocurren en la atmósfera y que parecen surgir para romper cualquier tipo de clasificación o catalogación que tanto nos gusta a los seres humanos, de no haberse repetido algo similar en fechas muy recientes. El pasado 10 de marzo el satélite TRMM (Tropical Rainfall Measuring Mission), captó la imagen que se muestra a continuación de la tormenta tropical bautizada como 90Q, en la que se aprecian zonas de intensidad de precipitación intensa en el lado sur de dicho sistema ciclónico.

tt-90q
Fuente: http://i.livescience.com/images/tropical-storm-90Q-trmm-100311-02.jpg

Según se comenta en una noticia publicada en la revista digital RAM: “El ciclón se situó a 180 millas de las costas de Brasil.  El ciclón llegó a alcanzar vientos de fuerza de tormenta tropical. Las aguas de la zona son lo suficiente frías  como para impedir la formación de dichos ciclones tropicales, pero no lo suficiente. En 2004 apareció “Caterina” como primer ciclón tropical en el Atlántico Sur desde que se poseen datos e imágenes de satélite.”

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