Nuevo record de viento

El pasado 22 de enero, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) comunicaba oficialmente –a través de una nota de prensa– que se había batido uno de los records meteorológicos más antiguos. Se trata del de la mayor racha de viento registrada jamás en la Tierra, lo que no significa que el viento no haya soplado con mayor intensidad en alguna ocasión. De hecho, en los tornados más severos las rachas pueden ser todavía bastante más intensas (superiores a los 500 km/h); el problema es que no disponemos de un instrumento lo suficientemente resistente para conseguir medir el viento bajo esas condiciones tan extremas. El viento que generan los tornados se puede deducir únicamente por métodos indirectos, a partir de los destrozos que causan.

En el caso que nos ocupa, el record absoluto de viento (no tornádico) que estaba vigente hasta el anuncio de la OMM, era el de los famosos 372 km/h registrados el 12 de abril de 1934 en el Observatorio del Monte Washington, en EEUU. Dicho enclave –en el NE de EEUU– es uno de los lugares más ventosos del planeta y tiene en su haber registros con rachas “estratosféricas”, aunque ninguna mayor que aquella plusmarca medida hace 75 años.

observatorio-de-mt-washington

Parecía un record imbatible; algo similar a lo que ocurrió con los famosos 8,90 m que el saltador estadounidense Bob Beamon consiguió durante los JJOO de México, en 1968. El salto –calificado por la prensa como “el salto del siglo”– superó en 55 cm el record anterior y permaneció imbatido hasta 1991, en que el atleta norteamericano Mike Powell logró saltar 8,95 m.

Volviendo al tema que nos ocupa, el nuevo record de viento es una racha de  408 km/h, registrada el 10 de abril de 1996 en la isla de Barrow (Australia), al paso del ciclón tropical Olivia. Probablemente le llame la atención el hecho de que este “nuevo” record se alcanzara hace casi 14 años. ¿Por qué razón no se anunció antes? La razón es que las comisiones de expertos que existen para certificar los extremos climáticos necesitan bastante tiempo para reunir los datos suficientes que permitan evaluar adecuadamente y validar un registro de viento de esta naturaleza. Nada puede dejarse a la especulación. Se ha de tener la seguridad de que el instrumento –el anemómetro en este caso– que ha tomado la medida funciona correctamente, para lo cuál hay que estudiar en profundidad su serie histórica de medidas y cotejar los datos con los obtenidos por estaciones meteorológicas próximas.

ciclon-tropical-olivia

El grupo de expertos que formaban la citada comisión (CC1) estaba integrado por el Dr. Pierre Bessemoulin (Meteofrance y Presidente de la CCl), el Dr. Tom Peterson (Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA), el Dr. Blair Trewin (Oficina Meteorológica Australiana), el Dr. José M. Rubiera (Instituto de Meteorología de Cuba), el Dr. John (Jack) Beven (Centro Nacional de Huracanes de EEUU, el Dr. John King (British Antartic Survey) y el Dr. Randy Gerveny (Universidad Estatal de Arizona y encargado de los informes de extremos climáticos de CC1).

FUENTE: OMM (http://www.wmo.int/pages/mediacentre/infonotes/info_58_en.html)

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